El creador del método, tuvo una carrera como productor teatral y dramaturgo antes de dedicarse al emprendimiento y los negocios. Cuando comenzó a popularizarse el concepto de "elevator pitch", directores de incubadoras que conocían su trabajo teatral le preguntaron si podía ayudarlos a preparar emprendedores y empresarios que tenían muy buenas ofertas pero cuando presentaban sus pitches lo hacían muy mal.

Desde el primer momento se obtuvo buenos resultados con los entrenados, porque no solo ponía foco en la expresividad de los emprendedores, si no además en la construcción del mensaje. A raíz de la práctica y basado en la características que tienen en común los buenos pitches, diseñó el modelo POWER PITCH, inspirado en los técnicas de escritura de guiones del teatro y televisión, donde muy distintas historias pueden escribirse utilizando un mismo modelo de construcción. En este caso, muy distintos tipos de ofertas sofisticadas, que realmente ofrecen un valor destacable, logran expresarse y lucir su mérito.

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Por lo tanto, este método ha sido el resultado de técnicas de dramaturgia y guiones de televisión, adaptadas al mundo de las ofertas de valor,

Después de crear valor, este método permite redactar los mensajes que lo comunican, y emitir esos mensajes a través de una persona, un video, una gráfica, o cualquier soporte que conecte con clientes, stakeholders, inversionistas, y comunidades. 

 

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